En esta sección hablaremos de los diferentes tipos de tamaños de botellas de CO2. Además, añadimos la ficha técnica y otra información de interés.
1 Kg de carbónico líquido en botella a presión ocupa un volumen de 538 litros a presión atmosférica a 15ºc
Los tamaños de botellas vienen referenciados por su volumen geométrico (litros de agua que entran) que dependiendo del gas y su factor de compresibilidad dan capacidades distintas para cada tipo de gas. En el caso que nos ocupa, el dióxido de carbono expresado en kilos de producto, suele ser un 20% del volumen geométrico.
Las botellas más habituales expresando su capacidad en kilos, son las de 8kg, 10kg, 12kg, 20kg, 30kg y 37kg.
tamaños de las botellas de CO2
A continuación veremos una tabla con los códigos de colores básicos.
Las botellas de CO2 que suministramos al sector horeca se emplean para «empujar» la cerveza desde el barril hasta el grifo mediante un gas a presión que además permita mantener la presión de equilibrio en la cerveza. Normalmente como gas se emplea dióxido de carbono (CO2), o unas mezclas de dióxido de carbono y nitrógeno (CO2/N2) con distintos porcentajes en función del tipo de cerveza y de la espuma que deseamos obtener (densidad, persistencia, etc..).
Es fundamental que el gas empleado cumpla todos los requisitos que marca la normativa alimentaria: calidad y pureza. Ya que esto afectan a la frescura y gusto de la cerveza por estar en contacto con esta. Las impurezas del gas y una mala manipulación deteriorarían nuestro producto.
El empuje del CO2 en el barril, además de mantener la presión, mantiene la carbonatación del producto hasta que se agota. Si empujáramos con otro gas, por ejemplo, aire, además de oxidar la cerveza por el oxigeno contenido en el aire, iríamos perdiendo carbonatación según se valla agotando el barril.
En las botellas que contienen CO2, este gas se encuentra en dos fases, estado líquido y gaseoso. La presión de la botella depende de la temperatura ambiente, independientemente del nivel de llenado de ésta, oscilará entre 40 -85 bar hasta que desaparezca la fase liquida, cuando solo quede fase gas el vaciado será más rápido.
En el uso de las botellas para alimentación, tirador de cerveza, la botella siempre debe de estar en posición vertical para llevar a consumo la fase gas que hay dentro de la botella (si la tumbamos obtendremos el CO2 en fase liquida que podría generar problemas en la instalación). Existen botellas con sonda para obtener la fase liquida de la botella sin tener que tumbarla. Esto es para otras aplicación (enfriadores o escarchadores de copas o efecto humo o megatron para conciertos y festivales)
Las botellas de CO2 de tamaño grande deben de estar sujetos mediante una cadena a la pared por seguridad y evitar el vuelco de estas.
El CO2 al ser un gas más pesado que el aire, 1,8 veces más, va a las partes bajas por lo que desplaza al aire (oxigeno). Es aquí donde podemos tener problemas en espacios confinados o por debajo del nivel de trabajo donde en caso de fuga, podemos encontrar altas concentraciones que nos provocarían la asfixia por falta de oxigeno.
Las fugas de CO2 pueden producirse por instalaciones defectuosas y/o manipulaciones incorrectas. Una instalación correcta contará con una ventilación adecuada en todo el circuito de CO2. Además se recomienda instalar detectores de concentración de CO2 con alarmas sonoras y luminosas sea cual sea el tipo de instalación de dispensación de cerveza en barril, y muy especialmente en entornos cerrados como bodegas, sótanos o cámaras.